
PULGÓN DE LOS CEREALES, PULGÓN VERDE DE LOS CEREALES (Rhopalosiphum padi y otras especies.)
El principal pulgón que afecta a los cereales es el pulgón de la avena o pulgón de los cereales, cuyo nombre científico es Rhopalosiphum padi, aunque también son relevantes otras especies. Este insecto pertenece a la familia Aphididae dentro del orden Hemiptera. Son insectos muy pequeños, midiendo entre 1.5 y 2.5 mm, y sus ninfas y adultos son las fases que causan daño al alimentarse de la savia. Físicamente, tienen el cuerpo blando y ovalado, y su coloración varía del verde oliva al negro-marrón, a menudo con una característica mancha en la parte posterior del abdomen. Tienen la capacidad de desarrollar alas para migrar o permanecer ápteros (sin alas) en las colonias. A título de curiosidad, se enrollan o se dejan caer cuando se sienten amenazados por depredadores.
El ciclo de vida de este pulgón es complejo. Pasa el invierno como huevo en árboles, principalmente en frutales como el cerezo o el ciruelo. En primavera, las hembras aladas migran hacia los cultivos de cereal, donde se reproducen asexualmente (partenogénesis) de forma muy rápida, produciendo múltiples generaciones. La partenogénesis en los pulgones es de tipo ameiótica, es decir, que el óvulo se forma por mitosis manteniendo el número total de cromosomas y es por lo que los pulgones hembra dan a luz crías vivas clones de si mismas. Este aumento en el número de hembras incide directamente en la capacidad de la especie de multiplicarse en el momento en que se produce la reproducción sexual. A mayor número de hembras fértiles disponibles, mayor será el número de puestas de huevos en el otoño tras el proceso de fecundación por parte de los machos.
Para predecir el momento de su aparición, se utilizan la temperatura base, que es de 5°C. Esto nos indica que en la mayor parte de la península Ibérica, los pulgones son activos durante gran parte del año. Dado que para terminar el ciclo completo de huevo a adulto en los pulgones se necesita un umbral de temperatura de tan solo 125 grados día, en los periodos en los que las temperaturas superan la temperatura base, a los pocos días u incluso horas los huevos han eclosionado, por lo que la plaga comienza su actividad.
El periodo crítico para el cultivo es desde el encañado hasta el llenado del grano, ya que la succión de savia en estas etapas afecta directamente al rendimiento. Sin embargo, lo que hace a esta plaga especialmente relevante es que es un vector del Virus del Enanismo Amarillento de la Cebada (BYDV), siendo la transmisión de este virus un problema mucho más grave que el daño por alimentación directa.
Los daños directos que causa el pulgón se derivan de la succión de savia, lo que debilita la planta y reduce la cantidad y calidad de los granos. Esto se manifiesta con síntomas visibles como el amarilleamiento o enrojecimiento de las hojas, que suele empezar en la punta y descender, y el enanismo de las plantas. Adicionalmente, los pulgones excretan una sustancia pegajosa llamada melaza, que no solo atrae a otros insectos, sino que también favorece el crecimiento de un hongo superficial conocido como negrilla. Esta capa negra reduce la capacidad fotosintética de la planta, afectando aún más su desarrollo. Por último, el daño más perjudicial es el indirecto, pues la transmisión del BYDV puede llegar a causar pérdidas de rendimiento muy significativas.
Para controlar la plaga de manera efectiva, es fundamental su detección y monitoreo constantes. El método más sencillo es la observación visual directa en el campo, buscando colonias de pulgones en hojas y tallos. Se recomienda monitorear de forma semanal, prestando especial atención a los bordes de las parcelas.
La decisión de aplicar un tratamiento debe basarse en el Umbral de Daño Económico (UDE), un valor que indica cuándo la población de la plaga es lo suficientemente alta como para justificar una intervención. Por ejemplo, un umbral de referencia para el espigado es encontrar un promedio de 2-3 pulgones por espiga en la mitad de las espigas examinadas.
El manejo del pulgón de los cereales debe ser una estrategia combinada que priorice las medidas preventivas. En el Control Cultural, la prevención es clave. Medidas como una siembra en fechas adecuadas que no coincidan con las migraciones, un buen manejo de las gramíneas que sirven como reservorio de la plaga y el virus, y una fertilización equilibrada son fundamentales para reducir el riesgo de infestación.
Control Biológico, el uso de depredadores y parasitoides naturales es una de las herramientas más importantes. La presencia de insectos beneficiosos como las mariquitas, las crisopas y las avispas del género Aphidius, que momifican a los pulgones, puede mantener a la plaga bajo control.
Es muy recomendable el uso de plantas refugio que atraigan a estos enemigos naturales Para ello es idóneo intercalar bancales o perímetros. En este punto combinaremos dos estrategias diferentes y compatibles. Por un lado plantaremos especies como hinojo, perejil, menta, romero, lobularia marítima y especies florares como la caléndula o la milenrama. Estas plantas no son hospedadoras de pulgón, pero ofrecen una fuente de alimento y un buen habitad para muchos depredadores como mariquitas, crisopas y diversas avispas parasitoides.
Por otro lado, completaremos esta estrategia con bancales de plantas hospedadoras de especies de pulgón no depredadoras de nuestra cosecha. Para ello son ideales los cardos, que atraerán pulgones del cardo o de la achicoria (Capitophorus elaeagni, Uroleucon cichorii), o algunas crucíferas que atraerán al pulgón de la colza (Brevicoryne Brassicae) y de este modo aumentaremos el número de enemigos naturales de los pulgones sin que estas especies afecten al cultivo principal.
Finalmente, el Control Químico debe ser la última opción y aplicarse solo si se supera el UDE. Se utilizan insecticidas de distintos tipos, como los de contacto y los sistémicos (por ejemplo, los aplicados como tratamiento de semilla). Las materias activas más comunes incluyen piretroides como la deltametrina. Para evitar la resistencia, es crucial rotar los principios activos y no realizar tratamientos preventivos o innecesarios. Seguidamente pasamos a describir los principios activos más habituales y su acción y aplicación:
1. Piretroides
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Ejemplos: Deltametrina, lambda-cihalotrina.
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Modo de acción: Actúan sobre el sistema nervioso del insecto. Específicamente, interfieren con los canales de sodio en las neuronas, lo que provoca una excitación nerviosa constante, temblores, parálisis y, finalmente, la muerte del pulgón.
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Cómo actúan: Son principalmente insecticidas de contacto y estómago. Al rociar el cereal, el pulgón muere al entrar en contacto directo con el producto o al ingerir savia de una planta tratada. Son de acción rápida, pero su efecto residual es limitado y pueden afectar a los enemigos naturales.
2. Neonicotinoides
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Ejemplos: Imidacloprid, tiametoxam, clotianidina (nota: el uso de estos productos está restringido o prohibido en muchas regiones de la Unión Europea debido a su impacto en los polinizadores).
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Modo de acción: Son neurotóxicos que actúan sobre los receptores de acetilcolina en el sistema nervioso central del insecto, causando una parálisis irreversible.
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Cómo actúan: Son insecticidas sistémicos, lo que significa que la planta los absorbe y los distribuye a través de sus tejidos. El pulgón muere al succionar la savia de la planta tratada. Esto es especialmente útil en los tratamientos de semilla, ya que protegen al cereal desde sus primeras etapas de crecimiento.
3. Carbamatos
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Ejemplo: Pirimicarb.
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Modo de acción: Inhiben la enzima acetilcolinesterasa en el sistema nervioso del insecto, lo que provoca la acumulación de un neurotransmisor (acetilcolina) y una sobreestimulación nerviosa que lleva a la parálisis y muerte.
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Cómo actúan: Son insecticidas de contacto y de acción fumigante, lo que les permite llegar a los pulgones que se encuentran en el interior de las hojas enrolladas. Una de sus grandes ventajas es que son selectivos para los pulgones, lo que minimiza el daño a los insectos beneficiosos como las mariquitas y las crisopas.
Modos de Aplicación
La forma en que se aplica el producto es tan importante como el principio activo que se usa.
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Tratamientos foliares: Es el método más común. Se aplican los productos mediante pulverización directa sobre las hojas y espigas del cultivo. Este método es efectivo para controlar una infestación ya establecida.
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Tratamientos de semilla: Consiste en recubrir la semilla con un insecticida sistémico antes de la siembra. La planta absorbe el producto a medida que crece, protegiéndola del pulgón en sus primeras etapas de desarrollo, cuando es más vulnerable a la transmisión de virus.
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Tratamientos al suelo: Se aplican productos granulados en el momento de la siembra o poco después. La planta absorbe el ingrediente activo a través de las raíces.
Aspectos Clave a Considerar
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Momento de aplicación: El tratamiento solo debe realizarse cuando se haya alcanzado o superado el umbral de daño económico. Es recomendable aplicar los productos al atardecer o anochecer para proteger a los polinizadores y otros insectos beneficiosos que son más activos durante el día.
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Manejo de resistencias: La repetición de un mismo modo de acción puede hacer que los pulgones desarrollen resistencia al insecticida. Para evitarlo, es crucial rotar los principios activos de diferentes grupos químicos en aplicaciones sucesivas.
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Integración con otros métodos: El control químico debe ser parte de una estrategia más amplia de Manejo Integrado de Plagas (MIP), combinándolo con el control biológico (fomento de depredadores) y cultural (manejo de fechas de siembra y eliminación de malas hierbas).
Tabla resumen: Pulgón de los cereales o pulgón verde
Plaga
Pulgón de los cereales, pulgón verde (Rhopalosiphum padi y otras especies).
Daño
- Directo: Succión de savia que debilita la planta, causando amarilleamiento, enanismo y reducción del rendimiento.
- Indirecto: Transmisión del Virus del Enanismo Amarillento de la Cebada (BYDV) y excreción de melaza que fomenta la negrilla.
Características
Insectos pequeños (1.5-2.5 mm), cuerpo blando y ovalado, coloración verde oliva a negro-marrón. Pueden ser alados o ápteros.
Ciclo de vida
Pasa el invierno como huevo. En primavera, las hembras migran a los cereales, se reproducen asexualmente (partenogénesis) y dan lugar a múltiples generaciones.
Temperaturas clave
- Temperatura base (TB): 5 °C (activo durante gran parte del año en la Península Ibérica).
- Umbral de temperatura: 125 GD para completar el ciclo de huevo a adulto.
Periodo crítico
Desde el encañado hasta el llenado del grano.
Detección
- Observación visual: Buscar colonias en hojas y tallos, especialmente en los bordes de la parcela.
- Monitoreo semanal.
- Umbral de Daño Económico (UDE): Por ejemplo, 2-3 pulgones por espiga en la mitad de las espigas.
Prevención
- Control cultural: Siembra en fechas adecuadas, buen manejo de gramíneas, fertilización equilibrada.
Control biológico
- Depredadores: Mariquitas, crisopas, avispas parasitoides (Aphidius).
- Plantas refugio: Hinojo, perejil, menta, romero, caléndula, etc.
- Plantas hospedadoras no dañinas: Cardos o crucíferas para atraer enemigos naturales.
Control químico
- Piretroides: Deltametrina, lambda-cihalotrina (contacto y estómago, de acción rápida).
- Neonicotinoides: Imidacloprid, tiametoxam (sistémicos, tratamiento de semillas, con restricciones).
- Carbamatos: Pirimicarb (selectivos para pulgones).
- Aplicación: Tratamientos foliares, de semilla o de suelo. Aplicar al atardecer para proteger polinizadores.
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